Dos magrebíes piden chalecos antibalas en un Decathlon y ponen en jaque a la Policía

Los responsables del establecimiento se quedaron con la matrícula del vehículo en el que se fueron los dos visitantes y avisaron al 091

Dos ciudadanos de origen marroquí se han personado este mediodía en el Decathlon de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra y han mostrado interés en adquirir chalecos antibalas, una prenda que únicamente se vende en establecimientos autorizados y a personas que tienen la correspondiente licencia. Los responsables del establecimiento han respondido a los potenciales clientes que en la tienda no hay este tipo de productos, lo que ha provocado que los visitantes regresaran por donde habían venido.

Mientras se iban sobre sus pasos, sin embargo, los dependientes han tomado nota de su matrícula y han telefoneado al 091 para informar a la Policía de lo ocurrido. Inmediatamente, los agentes han trasladado los datos a sus superiores, que han tomado la decisión de difundir la información a todas las unidades de la corporación de la zona. Un comunicado emitido por el Centro Nacional de Comunicación de la Dirección Adjunta Operativa ha dado cuenta a los funcionarios del episodio, ha descrito el vehículo en el que se han ido los ciudadanos e incluso ha aportado la matrícula.

Así lo han confirmado fuentes policiales, que han añadido además que este modo de actuar no es habitual dentro de la institución, ya que se trata de información que podría utilizarse a nivel de análisis policial y no tanto con el fin de situar a los dos marroquíes como presuntos sospechosos. Las mismas fuentes aseguran que los datos deberían haber sido trasladados a los Servicios Antiterroristas únicamente y no haber sido divulgados entre todas las unidades. Otras fuentes policiales apuntan en la misma línea, ya que podría haber habido cierta precipitación en la difusión, que inicialmente se ha hecho a nivel local pero posteriormente ha sido reenviada también por medios externos al cuerpo.

Las mismas fuentes explican que, a pesar de este error de difusión, los especialistas han comprobado los datos aportados por los responsables del Decathlon y han concluido que no hay motivo de preocupación. Sin entrar en muchas concreciones, aseguran que la investigación no lleva de momento a pensar que los visitantes de la tienda de deportes pudieran tener algo que ver con alguna organización armada u otro tipo de iniciativa peligrosa.