La Guardia Civil ha detenido a cuatro directivos de un centro de formación de Madrid e investiga una quinta persona acusadas de pertenecer a una organización dedicada a expedir certificados falsos requeridos como documentación necesaria para obtener la habilitación como guarda de rural y sus especialidades y que supera el centenar de afectados de toda España.
Según informa el Instituto Armado en un comunicado, los detenidos, a quienes se imputa los supuestos delitos de falsedad documental y estafa, ofertaban cursos online obviando la normativa vigente, que establece que un 50% debe ser presencial incluyendo prácticas de tiro real, fundamentales para su posterior habilitación.
La investigación de la denominada operación Liebre se inició tras detectarse en la documentación aportada por aspirantes a guardas de campo un gran número de diplomas expedidos en Madrid y entregados en Cádiz de personas con poca solvencia económica, que supuestamente se trasladaban hasta la capital para realizar las horas presenciales requeridas en la normativa.
Ante estas sospechas, los agentes comprueban que en la academia investigada no es necesario realizar práctica de tiro ni clases presenciales para obtener el certificado, ya que para conseguirlo solo se tenía que realizar un curso online y el pago de la matrícula por precios inferiores a los habituales para la obtención de este tipo de titulaciones.
La investigación permite acreditar la existencia de un elevado número de alumnos titulados por dicho centro que supuestamente no han podido realizar prácticas de tiro ni clases presenciales para poder ejercer cometidos tan sensibles y delicados como son los de guarda de campo.
Tras ello, se contactó con las personas afectadas, que han constatado que gran parte de ellos no se trasladaron a Madrid a realizar las horas presenciales ni tampoco a realizar las prácticas de tiro.
Ante las supuestas irregularidades, la Guardia Civil establece un amplio dispositivo en la sede de este centro de formación en Madrid para realizar registros del centro, dando como resultado la detención de sus cuatro directivos, además de un investigado.
Según el Instituto Armado, esta organización competía de manera desleal ofreciendo mejores precios así como mayor flexibilidad que aquellas otras que por contar con las preceptivas clases presenciales y las prácticas de tiro obligatorias resultaban ser más caras.
El Servicio de Protección y Seguridad de la Jefatura de Armas y Explosivos (Seprose) de la Guardia Civil dispondrá los procedimientos adecuados para revisar cada uno de los posibles fraudes y ofrecer a los estafados una solución a fin de que puedan realizar sus cometidos con todas las garantías.
La operación ha sido desarrollada por la Intervención de Armas de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz en colaboración con el Seprose.
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