Terrorismo postal: Cómo detectar y actuar ante una carta o paquete sospechoso

Podría parecer que con la llegada de Internet el terrorismo postal está en vías de extinción. Nada más lejos de la realidad, este tipo de envíos de cartas o paquetes bomba siguen presentes en nuestra sociedad y, por ello, es vital conocer aquellos indicios que nos pueden hacer pensar que estamos ante una carta o paquete sospechoso.

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Los artefactos postales representan una amenaza latente para organizaciones, empresas o individuos en su lugar de trabajo o en sus hogares. La facilidad con la que pueden enviarse hasta el objetivo y el anonimato que proporciona este tipo de envío, los hace atractivos para grupos terroristas, organizaciones criminales y en general, cualquier individuo con tendencias psicópatas.

En este post te damos algunas pautas para saber qué hacer si estás ante una carta o paquete que te infunda ciertas sospechas.

Qué es el terrorismo postal

El terrorismo postal, como su nombre indica, es aquel que se lleva a cabo mediante el envío de un artefacto explosivo o incendiario a la víctima utilizando el correo ordinario o los servicios de mensajería rápida. Estos artefactos son considerados como artefactos selectivos, ya que van dirigidos normalmente a la persona elegida para el ataque.

SEGÚN LOS EXPERTOS, LOS ATAQUES CON ARTEFACTOS POSTALES SUELEN SER CÍCLICOS Y PRODUCIRSE POR CAMPAÑAS U OLEADAS BREVES E INTENSIVAS

El terrorismo postal ha sido ampliamente utilizado por terroristas y organizaciones criminales de todo el mundo. En países occidentales ha sido utilizado especialmente por grupos políticos de ideología anarquista. De hecho, la práctica de enviar cartas bomba es tan antigua como los propios servicios postales:

• La primera referencia que se tiene del envío de un paquete bomba fue reportada por el periodista danés Bolle Willum Luxdorph, el 19 de enero de 1764. Según consta, un tal “Coronel Poulsen” recibió una caja por correo. En su interior, había un sistema de percusión y pólvora negra, que deflagró cuando abrió el paquete, causándole graves heridas.
• En España, la primera carta bomba de la que se tiene constancia data de 1887, cuando un registrador de la propiedad de Archidona (Málaga) envió una carta bomba a una antigua novia y a su esposo, causando la muerte de ambos.

Las motivaciones que originan su utilización pueden ser muy variadas, Algunos de los motivos pueden estar originados por la venganza o el rencor, reivindicaciones ideológicas, publicidad para la organización terrorista o como medio de extorsión.

Los artefactos postales pueden utilizarse para asustar, herir, crear pánico e inseguridad, provocar daños materiales y en última instancia, matar.

Aunque lo normal sea enviar una carga explosiva, también se han remitido cartas con productos incendiarios e incluso con material biológico como por ejemplo carbunco en EEUU en el 2001 (caso AMERITHRAX) o ricina al presidente Obama en el 2013.

Características de una carta o paquete sospechoso

Como norma general, los envíos postales, tanto cartas como paquetes bomba, suelen presentar las siguientes características que pueden hacer sospechar algo extraño en el envío:

Inscripciones en el sobre

• Direcciones poco claras o equivocadas, o nombre del destinatario mal deletreado.
• Franqueo excesivo.
• Matasellos ausente o de procedencia desconocida.
• Remitentes no conocidos o falta de remitente.
• Anotaciones exteriores (pueden ser del tipo “confidencial”, “personal”, “entregar en mano”, “abrir personalmente”, etc).

Apariencia

• Presencia de manchas aceitosas o restos de grasa en el sobre.
• Olores extraños, como almendras amargas o mazapán, característicos de algunos explosivos.
• Agujeros o pequeñas rasgaduras en las esquinas, que es por donde el terrorista ha armado el artefacto (también llamado "seguro del terrorista").
• Excesiva rigidez: pueden ser debidos a los detonadores o alguna estructura que soporte los componentes del artefacto.
• Peso excesivo o descompensado, debido a la constitución del artefacto.
• Sonidos metálicos, procedentes de los componentes del artefacto.
• Cinta adhesiva reforzando las esquinas o solapas.

Una vez detectado el peligro de un posible caso de terrorismo postal, ¿cómo actuar?

Como norma general, los riesgos que entrañan los sobres o paquetes recibidos por correo ordinario son moderados, siempre y cuando no se abran, ya que suelen estar preparados para hacer explosión en la apertura, aunque no siempre.

Los paquetes recibidos vía mensajería rápida entrañan más peligro, debido a que existe la posibilidad de otros sistemas de iniciación, como por ejemplo sistemas de relojería u otro sistema activado por el criminal que lo ha enviado.

En un gran porcentaje de casos, las víctimas del terrorismo postal comparten un mismo denominador: abrieron el paquete, a pesar de que no esperaban ningún envío.

La enseñanza que podemos extraer es que se debe rechazar cualquier envío que se considere anormal, tanto por su apariencia como por su procedencia, y en cualquier caso avisar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Protocolo de seguridad sobre cómo actuar ante una carta o paquete sospechoso

• No abras la carta o paquete en ninguna circunstancia, ni permitas que nadie lo haga.

• Si ya lo tienes en las manos, manéjalo con suavidad: tener en cuenta que ha pasado por muchas manos por lo que moverlo no debería resultar peligroso. De todos modos, como desconocemos su configuración y sistema de activación, pongámoslo con cuidado sobre una mesa o cualquier superficie que tengamos a mano.

• Abre las ventanas y persianas de la habitación en la que se encuentre el posible artefacto: reduciremos los efectos de la onda expansiva, y en caso de producirse una detonación, reduciremos los fragmentos proyectados hacía el exterior (cristales, trozos de persiana, etc.).

• Aísla la zona, evacuando la sala y las habitaciones contiguas.

• Avisa a la policía y custodia el paquete hasta su llegada.

• Recuerda que ante la sospecha de que estamos frente a un artefacto explosivo, siempre lo consideraremos como REAL y cargado con un explosivo potente.

Por último, mencionar que todo protocolo de seguridad es tan seguro como su parte más débil. Por ello, el cómo gestionan la mensajería y paquetería tus compañeros y familiares afecta directamente a tu seguridad. Te recomendamos que reenvíes este artículo a toda persona que pueda recibir un paquete sospechoso.

El terrorismo es una de las principales amenazas a nuestra seguridad, a nuestra convivencia y nuestro modo de vida. Por ello, todos sin excepción debemos contribuir a que nuestra sociedad sea más segura, más justa y más protegida.