Debido a la escasez de suministros y de mano de obra en China, el mercado de la videovigilancia podría sufrir un importante decrecimiento en su demanda y en su producción con un impacto de hasta 19.900 millones de dólares en 2020, según la consultora Omdia.
Hasta ahora el coronavirus no había tenido un impacto importante en el mercado de la videovigilancia. Sin embargo, la industria corre el riesgo de que caiga su demanda y de que su producción potencial quede paralizada debido a la escasez de mano de obra y de suministros en China, según alerta Omdia, consultora especializada en tecnología y telecomunicaciones, que adquirió el año pasado el negocio de tecnología y medios de IHS Markit.
La producción de equipos de videovigilancia, explica la compañía, se encuentra altamente concentrada en China, el país que alberga el 90 por ciento de la producción global de cámaras de videovigilancia y el 45 por ciento de los ingresos del mercado global de 2019. Como resultado al decrecimiento de la producción relacionada con el coronavirus, la escasez en las cadenas de suministro y de la mano de obra, el mercado de la videovigilancia podría tener un impacto importante de un total de 19.900 millones de dólares en 2020.
“Dado que el status de China es de los más grandes productores y consumidores del mundo de cámaras de videovigilancia, el país influirá en una gran proporción en la compra de estos productos en el mercado global”, afirma Tommy Zhu, Senior Analyst de Videovigilancia de Omdia.
Zhu añade que, “los proveedores de equipos de videovigilancia en China están actualmente reduciendo su producción debido a la carencia de mano de obra y los retrasos en los pedidos realizados durante el Lunar New Year. Mientras tanto, la demanda doméstica de los productos de videovigilancia cesará o podrá tener un retraso general en los pedidos debido a las medidas del gobierno chino para el control del coronavirus”.
Complicaciones en la logística
Además de en la producción y en la demanda, el sector de la videovigilancia también se podría ver afectado en cuanto al transporte y logística. Debido a las restricciones del gobierno chino en los viajes y en el transporte de suministros para evitar la propagación del virus, los pedidos podrían sufrir retrasos, tanto en pedidos domésticos como internacionales, siempre según la consultora.
Por otra parte, los principales vendedores de equipos de videovigilancia son, a su vez, los mayores clientes para los proveedores de componentes de videovigilancia, y es muy probable que estos pedidos sean priorizados.
Mirando hacia el futuro
En el mejor de los casos, calcula Omdia, si se consiguiera controlar la epidemia de coronairus para finales de marzo y las interrupciones reducidas para abril, el impacto del virus en el mercado de la videovigilancia será menor. Por el contrario, si la epidemia continúa su propagación y el número de infectados aumenta, los efectos en la industria de la videovigilancia, al igual que en muchos otros sectores, podrían ser graves.
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