El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia confirmó este miércoles que en Sudán trabajan empresas rusas de seguridad privada, pero negó que tengan vínculo algún con el Gobierno ruso.
"Según nuestros datos, en Sudán, efectivamente, trabajan representantes de empresas rusas de seguridad privada que no tienen ninguna relaciones con los organismos del Estado, dijo en su rueda de prensa la portavoz de Exteriores, María Zajárova.
La diplomática subrayó que dichas empresas se dedican exclusivamente a entrenar a efectivos de los cuerpos armados de Sudán.
Calificó de "falsedad" una publicación de un medio británico que sostenía que mercenarios rusos habían participado en la disolución de acciones de protestas en Sudán.
"Es otro ejemplo de irresponsabilidad y de difusión de noticias falsas", enfatizó Zajárova.
En noviembre de 2017, el presidente sudanés, Omar al Bashir, planteó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, la posibilidad de acoger en su país una base militar rusa, y le pidió ayuda para protegerse de "las acciones agresivas de Estados Unidos".
Al Bashir, en el poder desde hace casi treinta años y reclamado por genocidio por la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, ha solicitado a Rusia cazas "para defender el país" y también ha mostrado interés en los sistemas de defensa antiaérea S-300, análogos a los Patriot estadounidenses.
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