Nuevo concurso para la seguridad privada de Sant Joan

Ciutadella prepara otra licitación en la que prevé una mejora del pliego de condiciones

El Ayuntamiento de Ciutadella prepara un nuevo concurso para el servicio de seguridad de Sant Joan tras declarar desierta la licitación de este servicio publicada a mediados de febrero.

Según informa la concejal de Fiestas, Laura Anglada, ya se está revisando el pliego de condiciones con tal de incorporar algunas mejoras que motiven a las empresas a presentar ofertas. «Todavía no hemos definido cuáles serán las mejoras pero estamos revisando las condiciones del primer contrato», concreta Anglada y asegura que las nuevas condiciones no tardarán en publicarse.

Esta misma situación ya se produjo con la licitación de la seguridad de las fiestas del año pasado, con la diferencia de que esta vez el equipo de gobierno cuenta con el tiempo suficiente para reiniciar el proceso. El año anterior el servicio tuvo que adjudicarse ‘in extremis’ ya que se declaró desierto a un mes de Sant Joan.

En 2018 el contrato se licitó por un precio máximo de 84.940 euros e incluía a vigilantes de seguridad y a auxiliares de servicio.

El contrato para esta temporada divide por lotes las citadas categorías, precisamente, para favorecer un mayor número de ofertas. Entre ambos lotes el precio máximo de la licitación es de 66.397 euros. Aunque a esta partida debe añadirse el coste de la instalación de cámaras de vigilancia que sustituyen al conteo manual (clickers), con la que el importe asciende a 132.700 euros.

Retribuciones

Aun así, este ascenso en la partida presupuestaria tan solo refleja el incremento de 1 euro en la retribución por horas de los vigilantes y de los auxiliares.

El contrato del año anterior establecía un salario para los vigilantes de 21 euros por hora y para los auxiliares de 14 euros por hora. En el de este año se establece una retribución de 22 y 15 euros, respectivamente. Para el coordinador de cada categoría la licitación de un año a otro pasa de 25 a 27 euros. Sin embargo, la adjudicación directa por parte del Ayuntamiento disparó los precios establecidos en la licitación.