lunes, 13 de mayo de 2019

Noche de cuchillos largos en la Pradera: 10 armas incautadas y un apuñalado grave

Un joven de 19 años fue herido de gravedad cuando el dispositivo policial, formado por 200 agentes, se había retirado


La Policía Municipal de Madrid desplegó el pasado sábado por la noche el mayor operativo de seguridad de la historia de las fiestas de San Isidro para tratar de evitar incidentes como los ocurridos en Móstoles y Cobeña. Un total de 200 agentes, 40 de ellos de paisano, trabajaron durante toda la madrugada en las 35 hectáreas de la Pradera de San Isidro, en Carabanchel, donde hay instaladas 50 atracciones, 150 casetas y quioscos de venta ambulante y tres escenarios. A lo largo de la madrugada los agentes decomisaron una decena de armas prohibidas, detuvieron a cinco personas por el robo de teléfonos móviles, arrestaron a tres menores por portar navajas y levantaron 54 actas por tenencia de estupefacientes. También auxiliaron a 28 personas, denunciaron a 26 conductores y multaron a 36 individuos por infringir las ordenanzas municipales.
El incidente más grave sucedió a las 06.00 de la mañana,cuando se había apagado la música y retirado el dispositivo policial de control. Un joven dominicano de 19 años resultó herido de gravedad al recibir dos puñaladas por la espalda durante una reyerta en la Pradera, según Emergencias Madrid. La víctima fue estabilizada y traslada con pronóstico grave al Hospital Clínico por los facultativos del Samur. La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación.
Hasta ese instante los incidentes habían sido mínimos,teniendo en cuenta que pasaron por la esa zona de Madrid unas 350.000 personas a lo largo de la jornada.
Agentes muestran dos machetes y una pistola incautadas a jóvenes dominicanos.
Los agentes de la Policía Municipal se afanaron en vigilar las zonas más calientes del recinto, sobre todo las más cercanas a los atracciones de feria y a la zona del botellón. Se realizaron casi mil cacheos y registros. También hubo varias actas a lateros, a los que se les incautó la mercancía por la venta ilegal de bebida.
Cuatro grupos de diez agentes de paisano se infiltraron entre la muchedumbre para tratar de controlar cualquier incidente. «Es la misión más complicada, la de meterse entre ellos. Hay que ir con mucho cuidado porque ha habido veces que nos han tirado hasta botellas de cristal», explicó uno de los agentes que se camuflan con gorras y ropa casual para pasar inadvertidos.

10 ARMAS ILEGALES

Fruto del concienzudo trabajo policial se decomisaron 10 armas ilegales y se levantaron una decena de actas por infracción de armas prohibidas. Dos de ellas fueron dos machetes que estaban ocultos detrás de una valla. Muy cerca de ese lugar fue detenido un menor de edad por portar un arma blanca prohibida. «La llevo para defenderme», señaló angustiado el chaval mientras los agentes procedían a telefonear a sus padres. Otros dos machetes y un arma de aire comprimido modificada fueron incautados a un grupo de trinitarios.
En la misma Pradera también se descubrió a otro menor con otra navaja tipo mariposa. «Es que aquí hay mucho sudamericano», señaló el adolescente. Los Policías no solo se ciñeron a notificarle la sanción de hasta 3.000 euros a la que se enfrenta. Su labor también era didáctica. «Esto no se puede llevar aquí y en ningún sitio», le explicaba un agente mientras el joven agacha la cabeza arrepentido.
Policía de paisano cacheando a un joven en las fiestas de San Isidro.
Sobre las 2.30 de la madrugada una joven denunció el robo de un móvil. Los agentes lograron localizar a uno de los ladrones y al grupo que le acompañaba. Hubo cinco detenidos. Todos menores que acechaban a los jóvenes que se desvían del gentío para orinar. Fueron recluidos en la puerta del cementerio. En sus bolsillos llevaban varios móviles que habían robado durante la noche. Ni se inmutaron. Sabían que pronto saldrán tras pasar por el Grume (Grupo de Menores de la Policía).
Al frente del operativo se encontraba el intendente de Carabanchel, Gregorio Cappa, y el comisario de la Policía Municipal Fernando Martín. «Este año hay más agentes y también se ha decidido iluminar más varias zonas y eso ha contribuido a crear mayor seguridad en algunos enclaves», señalaba el intendente, que hacía un balance positivo hacia las cuatro de la madrugada, cuando aún no se había producido el apuñalado grave.
Los médicos del Samur tampoco pararon de trabajar toda la noche. Atendieron a 80 personas, la mitad de las cuales fueron jóvenes con intoxicación etílica. Del total de borracheras asistidas, 13 eran de menores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario