El colectivo reclama una mejora de las condiciones ante el aumento de las agresiones
Los vigilantes de seguridad del Metro se sienten cada vez más desprotegidos ante el aumento de las agresiones.
Las dos últimas se han producido en menos de dos días, una el pasado domingo en cuando un pasajero del Tram no quería pagar y acabó agrediendo al agente de seguridad y a su perro.
La última se ha producido hoy cerca de las 7 de la mañana cuando un agente de seguridad y un trabajador de TMB lo han parado en un control de válidez del billetes.
El hombre se ha negado a mostrarlo y ha intentado huír en un comboy.
El vigilante y los interventores lo han intentado retener y el individuo ha sacado una cuchillo y se lo ha clavado en la pierna al agente de seguridad.
El personal del metro ha avisado al centro de control y mientras no han llegado los Mossos el presunto agresor se ha mostrado desafiante con los vigilantes. La policia lo ha detenido por amenaza y lesiones.
Des del Sindicato Profesional de Seguridad Privada reclaman mejores condiciones ante el aumento de las agresiones hacía agentes de seguridad de los últimos años.
Des del colectivo reclaman la revisión de la ley de seguridad privada, en la cual piden que se actualicen las medidas de protección y de autoprotección de los vigilantes.
Nacho Arroyo, secretario del Sindicato, ha denunciado que “los agentes trabajan con precariedad y que se sienten abandonados”.
Arroyo ha explicado que durante la crisis se redujo la plantilla, y aunque se han ido haciendo incorporaciones no se ha aumentado con proporción ante el aumento de las líneas de transporte.
Des del colectivo reclaman que los agentes de seguridad trabajen en pareja, para garantizar su seguridad.
Además también exigen que se les reconozca el carácter agente de autoridad, dado que ahora mismo los vigilantes, según marca la ley son ayudantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, pero judicialmente son simples ciudadanos
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