La policía registra el domicilio donde el presunto islamista vivía en la capital andaluza
La cooperación internacional ha vuelto a dar sus frutos en la lucha antiyihadista. La Policía Nacional, en coordinación con los servicios de información españoles y marroquíes, ha desarrollado una operación antiterrorista que ha permitido detener a un joven marroquí, Zouhair E. B., que presuntamente quería atentar en Sevilla.
Según fuentes de Interior, el arresto se produjo en el país africano "hace días" y este miércoles, cuando se ha obtenido la autorización judicial, se ha procedido al registro del domicilio donde el sospechoso vivía en la capital andaluza. La operación la ha dirigido el Juzgado Central de Instrucción número 4 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
El registro se ha llevado a cabo en una vivienda de la calle de Ortega y Gasset del barrio de Su Eminencia. Según los vecinos, el arrestado llegó a la ciudad con miembros de su familia hace poco más de un año y medio. Y no habían dado ningún tipo de problemas hasta ahora. Fuentes de la investigación recalcan que no se prevén más detenciones ni registros en Sevilla.
"Siempre tenían la casa cerrada", añaden los vecinos, que relatan que la familia estaba formada por el padre —"llevaba barba larga"—, la madre y cuatro hijos. Zouhair era el segundo de los hermanos, según cuentan varios de sus vecinos, que explican que estudiaba en la Universidad de Sevilla. "Es el mejor musulmán, es imposible que quisiera hacer algo así", dice una vecina que trabaja con la madre en una empresa de asistencia a domicilio.
Un barrio humilde
Su Eminencia es un barrio humilde, que este miércoles dormía la resaca de su día grande de la Semana Santa, la salida de la hermandad del Cerro.
La calle de casas bajas ha permanecido vacía durante buena parte del registro, que ha sido muy discreto. Algunas vecinas se asomaban al balcón a comentar, pero no se imaginaban que en el número 88 de su calle se estaba produciendo un registro antiterrorista. Los policías han sacado varias cajas del interior del inmueble.
Solo la presencia de la prensa ha hecho que empezaran a congregarse curiosos. "Enrique, aquí vamos a salir volando todos", comentaban jocosos algunos jóvenes a la entrada de la calle. Nadie en la zona sospechaba de la familia del detenido, que hacía una vida bastante discreta en una vivienda de dos alturas, empotrada entre otras un poco más altas. Con un pequeño patio de loseta y dos alturas, frente a ella sigue aparcado este miércoles el coche del padre de familia, según los vecinos.
Esta operación se ha conocido después de que el Ministerio del Interior decidiese la pasada semana reforzar las medidas de seguridad antiterrorista con motivo de la celebración de la Semana Santa y de las próximas elecciones.
España se encuentra en nivel 4 (alto) de alerta —el más alto desde los atentados del 11-M— desde junio de 2015, cuando decidió elevarlo tras la ola de atentados que sacudieron Túnez, Francia y Kuwait. El Gobierno acordó intensificar las labores de información, control y seguimiento antiterrorista.
A raíz de esta decisión, las fuerzas de seguridad han desplegado dispositivos específicos en cada una de las ciudades españolas para garantizar la seguridad y el normal desarrollo de los actos de Semana Santa.
Este refuerzo se concentra, fundamentalmente, en los espacios y medios de transporte, así como en los acontecimientos religiosos o de ocio con alta afluencia de personas y en aquellos lugares estratégicos que son imprescindibles para el normal funcionamiento de la actividad ciudadana.
Además, el nivel 4 ya implica un aumento de la vigilancia de las infraestructuras críticas —como aeropuertos, centrales nucleares y estaciones— y la activación de todas las fuerzas de seguridad dedicadas a la prevención e investigación de la lucha antiterrorista. A su vez, se refuerza la presencia policial en la calle.
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