Son imágenes grabadas por un vigilante de seguridad fuera de servicio que viaja en el tren. Manteniendo la puerta abierta del vagón, de ahí ese pitido constante que escuchan, consigue captar a los grafiteros en plena acción. Lo hace a modo de denuncia después de que éstos le hayan lanzado una piedra a la cabeza por intentar detenerles
No hay comentarios:
Publicar un comentario