Jaén es la provincia con mayor terreno dedicado al olivar del mundo (590000 Hectáreas.). Cuenta con 4 Parques Naturales (Sierra Mágina con 20000 Hectáreas; Sierra de Andújar con 75000 Hectáreas, Despeñaperros con 8000 Hectáreas, y Sierra de Cazorla, Segura y las Villas que es
el parque natural más grande de España y de los más grandes de Europa, con 214000 Hectáreas), cuenta con 892 cotos de caza y prácticamente todos sus municipios tienen como motor económico la agricultura.
Esos escenarios son el campo de actuación de una figura un poco desconocida en la provincia: Los Guardas Rurales. El guarda rural (hace unos años denominados guarda particular de campo) es una figura perteneciente a la seguridad privada, regulada y controlada por la Guardia Civil, a través del SEPROSE.
Cuenta con 170 años de historia, y son un cuerpo en el que para obtener la habilitación como tal, hace falta aprobar una prueba teórica, una prueba física y un reconocimiento médico. También es necesario carecer de antecedentes penales y superar una prueba psicotécnica específica.
Sus funciones las ejercen en todo el medio rural, desde explotaciones agrarias hasta en áreas recreativas, pasando por cotos de caza o parques naturales.
Sus funciones las ejercen en todo el medio rural, desde explotaciones agrarias hasta en áreas recreativas, pasando por cotos de caza o parques naturales.
Podemos ejercer nuestra profesión contratados de 3 maneras diferentes:
– Perteneciendo a una empresa de Seguridad
– Como trabajador por cuenta ajena contratado directamente por el cliente que desea los servicios, como por ejemplo un ayuntamiento o el propietario de una finca.
– Como autónomo (igual que la opción anterior, pero cotizando en el régimen de la seguridad social como trabajador por cuenta propia).
– Perteneciendo a una empresa de Seguridad
– Como trabajador por cuenta ajena contratado directamente por el cliente que desea los servicios, como por ejemplo un ayuntamiento o el propietario de una finca.
– Como autónomo (igual que la opción anterior, pero cotizando en el régimen de la seguridad social como trabajador por cuenta propia).
Entre nuestras funciones, que son muy variadas, está por ejemplo la de evitar el furtivismo, colaborar en la vigilancia y extinción de incendios forestales, poner sanciones por arrojar escombros y/o basura al medio natural, evitar robos en las fincas o comprobar las capturas de los pescadores que estén dentro de la normativa tanto en cantidad como en tamaño.
Estamos autorizados por el ministerio de Interior y la guardia civil para portar grilletes y defensa para detener en caso de delito, así como también lo estamos para identificar personas, registrar vehículos o decomisar las artes usadas para cazar ilegalmente.
A pesar de la gran superficie que posee la provincia donde podríamos ejercer nuestra labor, en la actualidad la tasa de paro es muy alta en este gremio. Esto sucede por diversos motivos. El principal es el intrusismo laboral. Muchos propietarios contratan a cualquier persona no habilitada como guarda rural para que les «vigile la cosecha» o “vigile su coto de caza», sin saber que estan cometiendo tanto ellos como la persona que vigila en una infracción muy grave, que podría ser castigada con multas de hasta 600000€.
Por otra parte, como dice el refrán, «solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena», y es que muchísimos agricultores o ganaderos deciden contratar guardería rural cuando ya han sufrido varios robos. Sólo cuando el daño está hecho se acuerdan de poner seguridad privada en sus cosechas.
A eso hay que sumar que muchos propietarios de terrenos rústicos, cuando quieren poner vigilancia por cualquier motivo, desconociendo las labores que realizamos los guardas rurales, ponen a compañeros Vigilantes de Seguridad, en zonas donde nosotros estamos capacitados para ejercer igualmente.
Esperemos que poco a poco esta figura profesional vaya ganando protagonismo y vuelva a ser reconocida como lo era hace 50 años.
Varios Ayuntamientos de la provincia cuentan con los servicios de Guardas Rurales para vigilar la zona rústica de sus términos municipales, conscientes de que la Guardia Civil (SEPRONA) no puede estar 24 horas vigilando su término, ya que es mucho terreno rural el que posee la provincia y los agentes no pueden estar en todos lados a la vez. En muchas ocasiones son los guardas rurales los que damos la voz de alarma a los cuerpos de seguridad del estado al ser los primeros en tener constancia de los hechos delictivos.
Ahora en estos tiempos en los que el ser humano está tomando más conciencia de la necesidad de proteger el medio ambiente, los guardas rurales esperamos y deseamos que se nos tenga más en cuenta para su protección.
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