viernes, 22 de noviembre de 2019

Nuevo ataque a un vigilante en Sant Vicenç de Calders en menos de 24 horas

Otro vigilante de seguridad de Renfe ha sufrido heridas al ser agredido por una mujer también en la estación de Sant Vicenç de Calders.





El ataque se ha producido en menos de 24 horas después de otra agresión contra vigilantes en la misma estación.

La investigación intenta determinar si se trata de la misma agresora en los tres casos. Sin embargo, mientras el miércoles la Policía Local detuvo a una mujer acusada de un presunto delito de  amenazas y también fue denunciada por daños ya que arremetió contra el bar de la estación, en el ataque del jueves, la agresora huyó.

Sobre las diez de la noche del jueves una mujer agredió al personal de vigilancia en la estación de Sant Vicenç. Un vigilante indicó a una mujer que saliese de la estación ya que presentaba un estado de alteración.

Patada
Ya fuera del edificio la mujer   desafió al vigilante y salió corriendo.
El vigilante al regresar a la estación tropezó y cayó quedando en el suelo dolorido.
En ese momento, según se ha denunciado, la mujer se acercó y le dio una parada en le pierna dañada.


El vigilante herido.

Hasta la estación tuvieron que acudir sanitarios del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM). Fuentes de los vigilantes hablan de fractura de fémur. Según se ha podido saber en la tarde de este viernes el vigilante iba a ser operado por fractura de fémur.
Ahora se investiga si la atacante es la misma mujer.
Quejas
El nuevo ataque contra vigilantes de la estación de Renfe ha vuelto a generar las quejas de los vigilantes. Denuncian la poca efectiva equipación para protegerse de agresiones, como serían los chalecos anticortes o guantes. 
Pero sobre todo la principal reivindicación del sector es que los vigilantes de seguridad sean considerados como agentes de la autoridad.
De hecho el Catalunya los miembros de seguridad privada de instalaciones como estaciones, trenes, metro y otros servicios tienen esa consideración de agentes de la autoridad. «Pero en la práctica no lo es ni se imponen penas a los agresores, por lo que agredir a un vigilante sale gratis», lamentan.
El objetivo es que agredir a un vigilante tenga el mismo castigo que hacerlo a un agente de un cuerpo policial, que  están reconocidos efectivamente como agentes de la autoridad.
Miles de personas
El nuevo ataque con pocas horas de diferencia ha indignado a los sindicatos de las empresas de vigilancias de seguridad. Así, anuncian movilizaciones para lograr sus demandas ante las empresas, pero también una protección efectiva por parte de las administraciones.
«Somos los responsables de la seguridad de miles de personas cada día y en cambio nos dejan vendidos a cualquier ataque», lamentan. «Agredir a un vigilante sale gratis y muchos se atreven. Vamos a tener que lamentar alguna desgracia».
En la estación de Sant Vicenç de Calders los vigilantes de seguridad han sufrido reiteradas agresiones en los últimos años, algunas con arma blanca.

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