Los fármacos, con fines dopantes, eran vendidos al propietario de un gimnasio
El Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén ha condenado con 15 meses de prisión a los dos vigilantes del Complejo Hospitalario de Jaén que robaron medicamentos de la Farmacia para revenderlos al propietario de un gimnasio de Torredelcampo. Esta tercera persona ha sido castigada con seis meses de cárcel como autor de un delito de receptación.
La sentencia valora las medicinas sustraídas en unos 220.000 euros. Esa cantidad debe ser resarcida por los dos vigilantes y, de forma subsidiaria, por la empresa de seguridad para la que trabajaban, según ha adelantado Diario Jaén. Los fármacos se utilizan en pacientes oncológicos, si bien tienen fines dopantes, siendo muy apreciados en el mercado negro.
Captados por las cámaras
Los detenidos, al principio, confesaron ser los autores del robo
Los hechos se sitúan entre diciembre de 2014 y octubre del año 2015, cuando los tres acusados fueron detenidos por la Policía Nacional. La investigación partió a raíz de que la dirección del Hospital echara en falta una importante cantidad de medicamentos después de hacer un inventario en la Farmacia del centro. Por ello, la propia empresa de seguridad contrató un detective y se decidió colocar cámaras en el interior de ese recinto.
Esas cámaras captaron cómo los dos vigilantes, Juan José C. R. y Antonio S. G., accedían al interior y se llevaban los medicamentos dopantes. Por ello, fueron arrestados.
De hecho, en un primer momento, confesaron ser los autores del robo, después de ver las contundentes pruebas que existían contra ellos. Según el medio local, uno de los guardias explicó que lo hizo porque necesitaba dinero para tratar a un hijo que se encontraba enfermo.
Negaron los hechos
Afirmaron que abrían las neveras para medir la temperatura de los medicamentos
No obstante, posteriormente, ambos se retractaron. De hecho, en el juicio, ambos negaron los hechos y se declararon inocentes. En este sentido, explicaron a su señoría que entraban en la Farmacia del Hospital y abrían las neveras de los medicamentos para medir la temperatura de los fármacos.
Uno de ellos señaló que admitió los robos cuando fue detenido porque la Policía le presionó. El otro argumentó que reconoció los hechos debido a que su compañero se lo pidió.
Sin embargo, según el medio, la juez del Penal 2 considera que estas versiones carecen “de toda coherencia y lógica”. En este sentido, la magistrada destaca “las graves contradicciones” entre las diferentes versiones ofrecidas.
La condena se sustenta, además, en el testimonio del dueño del gimnasio de Torredelcampo, que sí confesó el delitode receptación.
Al hilo, relató en el juicio que Juan José C. R., uno de los vigilantes, se pasó por su establecimiento en la Navidad del año 2014 y le regalóuna caja de uno de los medicamentos. Después, según su testimonio, lo visitaba dos veces al mes para venderle más fármacos a un precio muy por debajo del valor real. La sentencia todavía no es firme y habrá recurso ante la Audiencia.
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